La censura la establece quien tiene el poder político, o quien decide lo que se dice en un medio de comunicación, o quien vela por los intereses de una corporación y no desea que sus subordinados la pongan en peligro. En estos días fuimos testigos como se lo dejo sin “aire” al periodista Nelson Castro, en un acto más de censura del gobierno “K”, gobierno que dice “defender” los derechos humanos. El matrimonio K no soportó más que este periodista no sea comprable, y de alguna forma debía borrarlo del aire, en especial en un año electoral, privando a la ciudadanía de formar opinión crítica. No es la primera vez que los K actúan de esta forma, ya han utilizado esta estrategia desde que eran gobierno en Santa Cruz. Silenciar a los medios y periodistas críticos es un objetivo prioritario para los K. Una de las estrategias es la compra de los medios de comunicación. Obviamente no los compran a nombre ni de Cristina, Nestor, Máximo, Florencia, Alicia, etc. sino a través de “empresarios amigos”, y empleados con “gran ímpetu empresarial” como el ex cadete del estudio jurídico de los K.
En un mundo informatizado como el actual el oficialismo se garantiza voces favorables, y dejar sin espacio masivo a periodistas y medios críticos. Desde que se hicieron cargo del poder, tanto Néstor como Cristina utilizaron el atril para castigar a los medios críticos, y echaron mano a la pauta oficial para poner en caja a otros. De la estocada final se ocuparon los empresarios afines al Gobierno, comprando diarios, revistas, radios y canales de televisión, el último caso es el de Del Plata. Los medios de comunicación en nuestra época influyen sustantivamente en la forma de hacer política. Y la radio, dicen las estadísticas, que cuatro de cada cinco se informan por este medio a la mañana, lo que no sucede en otros países donde lo radial está más vinculado a recreación y entretenimiento que a información. Por esta razón, para un político argentino la utilización del medio radial en el horario matutino es más relevante que en el resto del mundo.
La relación de los K con el periodismo muestra que desde 1983 hasta la fecha, han sido los Presidentes que más le costaron aceptar la crítica. Si bien es una actitud general, que alcanza a la gran mayoría de la dirigencia política, empresaria y sindical, el fenómeno se hace más evidente en su relación con los medios de comunicación. Normalmente, los presidentes tienen buenas relaciones con el periodismo en sus primeros años de gobierno, cuando tienen consenso alto. Cuando comienza el desgaste y la relación con el periodismo se hace más tensa y, por lo general, hacia el final de los gobiernos, la relación no termina bien. Lo paradójico de Kirchner es que su relación con los medios no fue fácil desde el inicio y fue empeorando, sin que ello fuera consecuencia de un deterioro de su consenso o crecientes complicaciones en su gestión, como sucedió en los casos anteriores.
El estilo confrontativo de los K se expresó rápidamente contra las opiniones del periodismo que no coincidían con las propias, generando situaciones que, limitan la libertad de expresión. En un encuentro regional de “líderes progresistas en Chile” (¿los K progresistas?), Kirchner dedicó gran parte de su discurso a atacar a los medios de comunicación y exhortó a su auditorio a "no tenerle miedo a la cuestión mediática". "Ellos van a estar aliados siempre a los poderes para tenernos sojuzgados a todos", aseguró Kirchner y agregó que "los medios siempre le están pidiendo a los gobiernos, siempre quieren más, no se conforman con ser un medio de expresión, quieren gobernar a las sociedades: que vayan a elecciones". Dijo, además, que "para que la democracia se consolide, no tiene que haber monopolios informáticos" (El empresario oficialista Sergio Szpolski (dueño de Veintitrés, BAE y 7 Días entre otros acaba de comprar las radios América y Aspen, adquirió el 50% del diario marplatense El Atlántico). Menos mal que está en contra de los monopolios. Este Gobierno “progresista” reasignó 45 millones de pesos del presupuesto de Medio Ambiente para invertir en publicidad. El kirchnerismo invirtió más de mil millones de pesos en pauta oficial, ¿vaya que progresismo?.
Las elecciones 2009 desvelan a los K, saben que el costo político de una derrota es dejarlos al borde de la retirada, y donde los pocos aliados que les quedan, empiece a abandonar el barco. Si esto está sucediente antes de las elecciones, como será después, son los oportunistas de siempre, que van saltando de un lado para el otro. En octubre pondrán en juego su futuro político con miras a la renovación presidencial de 2011.
Solamente por medio de la información, el ciudadano puede encontrarse en condiciones de participar y consiguientemente sentirse y ser no sólo espectador o testigo de lo que acontece, sino además prepararse para actuar. Cuando se tergiversa la realidad, se ocultan los hechos o se silencia el mensaje, se engaña al protagonista de la democracia, y se la debilita seriamente porque se afecta la conexión entre la decisión que toma y la verdad de lo que sucede.
A través de los medios de difusión se forma la opinión pública, cuya importancia radica en el hecho de que influye decididamente en la marcha de la sociedad.
El correlato insustituible de la libertad de prensa es el igualmente importante derecho del pueblo a una correcta información. La libertad de prensa debe garantizar la libertad de expresión y resguardar el derecho a la información. Sin información, se banaliza la discusión política y se condena a la sociedad a la despolitización, al retraimiento de lo público; en definitiva, a no permitir el entendimiento y el discernimiento. Así es imposible pensar en una participación real.
La libertad de expresión es uno de los derechos humanos fundamentales, cuya protección jurídica implica que no se sufrirá ningún mal o perjuicio ante la declaración de cualquier opinión, con la única excepción de que la misma importe un daño a terceros. Debe destacarse la relación existente entre libertad de expresión y democracia, puesto que hace a su naturaleza que las decisiones colectivas se tomen en el marco de un amplio debate y discusión públicos: debe prohibirse toda acción que la menoscabe, como la censura, la clausura de medios, la persecución de periodistas o presiones de cualquier tipo.
Si queremos más democracia, más república y más ciudadanía no podemos ni debemos dejar pasar por alto este tipo de situaciones. De nosotros depende.
Julio Ricardo Moschen
Antes del 20 de marzo deben presentar un informe escrito a la Corte sobre la asistencia a comunidades aborígenes
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La Corte Suprema de Justicia de la Nación a través de sus siete miembros comunicó oficialmente que se fijó para el 25 de marzo a las 10 la presentación del informe sobre las acciones y la situación de las comunidades aborígenes del Chaco. Asimismo dejan claro que tanto el Estado provincial como el nacional, tienen tiempo hasta el 20 de ese mes para presentar toda la información por escrito.Destacaron que se notifica de la audiencia a fin de que comparezcan personalmente al acto o para que indiquen quienes habrán de representarlos. Se hace saber además que con un mínimo de cinco días de antelación deberán presentar un informe concreto de la situación actual de las comunidades indígenas que habitan la región sudeste del departamento General Güemes y noroeste del departamento Libertador General San Martín, del cumplimiento de la medida cautelar dispuesta por la Corte mediante el pronunciamiento del 18 de septiembre de 2007 y de las demás actividades asistenciales implementadas en esa región.
Hace dos años
Esta medida cautelar tiene origen en la denuncia hecha por el defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, cuando indicó que era un “verdadero exterminio” y una “profunda crisis humanitaria” la que se vivía en esta zona a partir de un informe hecho cuando las muertes de una veintena de aborígenes, entre ellos niños y adultos desnutridos, coparon los medios de circulación nacional e internacional.
http://www.diarionorte.com/noticia.php?numero=30287
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